Overview : - Antecedentes
La Agenda Global de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) provee una gran oportunidad para lograr, en los próximos 15 años, revertir las brechas de género y remover los obstáculos existentes en las distintas esferas del desarrollo humano. Pero en estos esfuerzos los gobiernos enfrentan algunos desafíos. No es fácil traducir los ODS en de las agendas nacionales de desarrollo. Asimismo, el seguimiento a los ODS requiere desarrollar mecanismos efectivos para promover la igualdad, la no discriminación y el empoderamiento de las mujeres en el marco de agendas armonizadas Parece imperativo consolidar mecanismos que permitan alcanzar dos objetivos esenciales para que el Estado incluya la igualdad como un eje central de sus políticas públicas. Una primera tarea es la institucionalización de la igualdad de género en el accionar cotidiano del aparato estatal para asegurar que el compromiso sea internalizado y se refleje en los mandatos, reglamentos, procesos y presupuestos de las instituciones públicas. Una segunda tarea es la transversalización de los temas de género para que el Estado se posicione como un actor central en el logro de la igualdad sustantiva. En este doble proceso de institucionalización y transversalización se buscará desarrollar herramientas y conceptos claros y accesibles para consolidar arquitecturas y capacidades de coordinación, espacios de participación, desarrollo de programas y políticas públicas en el marco de la Agenda ODS e indicadores de seguimiento y de impacto de las políticas públicas. Una de las mayores preocupaciones para lograr un Estado inclusivo refiere a los procesos y mecanismos para lograr una mejor coordinación entre los diferentes sectores, políticas y programas. Hay diversas experiencias internacionales que buscan instalar estructuras integradoras, centros de gobiernos y otras formas de articulación en el seno del Estado para evitar la fragmentación de las políticas. En materia de igualdad de género, los países de América Latina y el Caribe tienen experiencias que, si bien no se proponen integrar diferentes segmentos del Estado, proponen al menos una gestión integral de la institución y de la política pública, con una perspectiva de género. Se trata de las experiencias de los Programas de Gestión con Igualdad de Género, con logros emblemáticos en cuanto a su implantación y seguimiento como el Sello de Calidad con Equidad de Uruguay que se introdujo en empresas públicas. Otros programas exitosos se observan en Colombia, Costa Rica, Chile y Brasil, este último con el sello Pro-Equidad de Género y Raza. El PNUD junto a Gobiernos de la región se propone desarrollar un Sello de Igualdad de Género en el Sector Público como una herramienta para apoyar y reconocer los esfuerzos que hacen las instituciones públicas hacia el logro de la igualdad sustantiva entre hombres y mujeres. El Sello de Igualdad de Género en el Sector Público es la culminación de los esfuerzos volcados en la puesta en marcha de Sistemas de Gestión Públicos para la Institucionalización y la Transversalidad de Género. El Sello de Igualdad de Género en el Sector Público reconoce los esfuerzos que hacen las instituciones en tres niveles. Primero, en el compromiso y la gestión política expresada en el grado de compromiso político con las cuestiones de género hacia dentro y hacia afuera de la institución. Segundo, en la gestión del ciclo de la política pública en todas sus fases, desde la planificación, la ejecución, el seguimiento y la evaluación. Y tercero, en su propia gestión organizacional e institucional posibilitando la integración de la perspectiva de género en todas sus áreas y niveles. Durante 2017 se realizó una investigación para conocer y relevar las prácticas y acciones que realizan los países de America Latina y el Caribe para la transversalización de género en el sector público. Se sistematizó 13 países: Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, El Salvador, México, Perú, Panamá, República Dominicana, Uruguay. Y se desarrollaron un conjunto de herramientas (diagnóstico, plan de acción, evaluación), para pilotear e implementar durante 2018. En este marco, se ha visto la necesidad de contar con los servicios profesionales de un consultor/a nacional que se desempeñe como responsable técnico/a de la ejecución de las actividades y productos contemplados en el proyecto. |
