La Política Nacional de Desarrollo Urbano PNDU incluye entre sus principios rectores el de “Calidad”, orientado a fomentar un diseño urbano de excelencia y la belleza tanto en las construcciones como en el espacio público. De este modo la PNDU releva el rol del espacio público a lo largo de sus objetivos y lineamientos desde diferentes consideraciones, entre ellas: - Como uno de los bienes públicos urbanos para los cuales se debe garantizar el acceso equitativo, estableciendo que deben fijarse sus componentes, características y estándares mínimos de calidad y cobertura, valorando entre dichas características el aporte de los árboles en su conformación y garantizando su accesibilidad universal (Lineamiento 1.1.1. y 3.1.6. PNDU, 2014)
- Como uno de los aspectos a considerar en los programas de viviendas sociales, debido a que su trazado y composición son aspectos que escapan de la iniciativa de los futuros residentes. (Lineamiento 1.3.3. PNDU, 2014)
- Su uso debe incluir funciones diferentes al tránsito de vehículos motorizados -incluyendo tránsito peatonal y uso de la bicicleta-, fomentando la movilidad urbana a través del uso compartido del mismo incluso para aspectos no funcionales como pasear, conversar y sentarse a mirar, y procurando siempre una eficiencia en su uso, favoreciendo medios colectivos de transporte por sobre el automóvil y sistemas de bajo impacto. (Objetivo 3.6. y Lineamientos 2.1.5., 2.7.2., 3.6.1., 3.6.2. y 3.6.3. PNDU, 2014)
- Los proyectos de todo tipo que se desarrollen en las ciudades, deben hacerse cargo de las externalidades negativas que se produzcan sobre el espacio público y, además, deben contribuir a la formación o mejoramiento del mismo. (Lineamientos 2.2.4.,2.3.3. y 2.8.4. PNDU, 2014)
- Su diseño debe considerar su dimensión cultural, representando la identidad y valores de las diferentes comunidades, lo cual debiera estar definido en planes especiales que sean mandatorios para los proyectos y obras que se ejecuten en el espacio público. (Lineamiento 4.1.2. y 4.1.7. PNDU, 2014)
Estos lineamientos de la PNDU respecto del espacio público, se fundan en un diagnóstico claro, que tiene por principales conclusiones las siguientes: - El espacio público ha centrado su diseño privilegiando la conectividad vehicular -siempre deseada-, pero relegado el rol de este espacio para cumplir otras funciones tan o más esenciales, como lo es el rol del peatón, las necesidades de encuentro y contacto comunitario, propias de su vocación social. Los desafíos del espacio público, principalmente las calles, los pasajes, las veredas o intervenciones viales, son relevantes al momento de poner en valor estos espacios para los peatones, facilitar la movilidad activa o acoger la diversidad de funciones sociales que se espera ocurran en estos. Para ello los actuales criterios de diseño establecidos deben ser revisados, enriquecidos y mejorados para tributar eficientemente al cumplimento de estos nuevos roles.
- Existe en la actualidad una gran diversidad de actores y tomas de decisiones fragmentadas, que responden a criterios institucionales diversos y no necesariamente convergentes con la producción de espacio público de calidad. Ministerios, servicios, municipios y actores privados participan de esta producción de espacio público, respetando lineamientos generales dispuestos en normas de antigua data o simplemente en respuestas reactivas caso a caso.
- Las grandes obras de urbanización o grandes intervenciones viales cada día más presentes en nuestras ciudades se restringen, en la mayoría de los casos, al diseño de su función vial, pasando sus grandes estructuras a formar parte de nuevos paisajes urbanos, que en muchos casos desatienden la escala local, interrumpen las redes peatonales o bien deterioran los espacios públicos. Por otro lado, las obras de urbanización responden con excesiva simpleza a la compleja función social de estos espacios. Solo el diseño de una calzada y vereda estandarizadas sin distinción de las singularidades de uso del espacio, no pueden responder a las necesidades de descanso, encuentro, preferencia peatonal y de acceso universal, la recreación, puntos limpios, paisajismo o mobiliario urbano, entre otros.
- En relación a estadísticas de percepción del entorno y uso del espacio público, éstas son preocupantes. La percepción de calidad de los espacios públicos alcanza niveles buenos solo para un quinto de la población (Nota 84, PNDU 2014).
Para velar por el cumplimiento de la PNDU, en el mismo decreto que la promulgó se creó un Consejo Asesor de la Presidencia de la República, denominado Consejo Nacional de Desarrollo Urbano (CNDU), como una instancia consultiva y asesora, que se encuentra actualmente integrado por 31 miembros representantes de diversos Ministerios, colegios profesionales, universidades, organismos ciudadanos y expertos. Este Consejo se encuentra en funcionamiento desde mayo de 2014 proyectando sus capacidades a través de la conformación de grupos de trabajo sobre materias específicas de la PNDU y con el apoyo de su Secretaría Ejecutiva. En este marco, y para profundizar en los desafíos del espacio público, en agosto de 2019 se conformó un grupo de trabajo del CNDU cuyo objetivo es promover un salto cualitativo en los estándares de diseño de los espacios públicos, compatibilizando su rol multifuncional, social, cultural e incluso, producto de la contingencia, de seguridad sanitaria. En virtud de ello, surge la necesidad de contratar el presente estudio con el objetivo de identificar todas las instituciones y normativas que regulan actualmente el diseño y gestión del espacio público en Chile y estudiar modelos y buenas prácticas de diseño, tanto a nivel nacional como internacional, para apoyar la discusión y propuestas que presentará el CNDU como aporte para mejorar Leyes, Ordenanzas y Reglamentos que correspondan. |
