Overview : En diciembre del 2020 se publicó la Estrategia Nacional de Formación Técnico Profesional, elaborada por el Consejo Asesor de la Formación Técnico profesional (CAFTP) y con el apoyo de su Secretaría Técnica, rol asumido por la jefa de la División de Educación Superior Técnico Profesional. Dicha estrategia establece, en un inicio, una visión y una misión para la Formación Técnico Profesional: - Visión: Contribuir a la transformación del país, formando técnicos y profesionales altamente calificados, que aportarán al desarrollo sustentable de Chile, elevando la calidad de vida de las personas, la fuerza laboral y la productividad.
- Misión: Asegurar el desarrollo de la diversidad de talentos y capacidades de las personas a lo largo de sus vidas, de acuerdo con las necesidades económicas, sociales y de sustentabilidad del país, contribuyendo a un Chile más equitativo, con mayor movilidad social y trabajo decente.
Durante el diseño de la Estrategia Nacional se identificaron una serie de nudos críticos que deben ser atendidos para avanzar hacia el cumplimiento de esta visión y misión. El siguiente proyecto busca ayudar a resolver principalmente los nudos críticos n°1 y n°3, respectivamente denominados “Barreras para el desarrollo de trayectorias educativas y laborales” e “Incipiente vinculación entre el sector formativo y el mundo del trabajo”. A continuación se describe en qué consisten ambos nudos críticos, según lo establecido en la Estrategia Nacional. Nudo crítico n°1: Barreras para el desarrollo de trayectorias educativas y laborales. En los últimos años, las trayectorias de los estudiantes y trabajadores se han vuelto uno de los principales objetos de estudio de la política pública. El interés es entender mejor el impacto de la formación en la vida de las personas. La evidencia ha mostrado que se requiere posicionar a estudiantes y trabajadores en el centro de los esfuerzos, y considerar el aprendizaje como una necesidad que se despliega a lo largo de toda la vida de las personas. Esta perspectiva es el resultado de más de 10 años de discusión en torno a la FTP a nivel nacional, desde el informe “Bases para una Política de Formación Técnico Profesional en Chile” hasta el trabajo que desarrolla actualmente el Consejo Asesor para la Formación Técnico Profesional. Para que la FTP genere mayor valor en las trayectorias de las personas, ciertos elementos deben ser analizados y atendidos. En primer lugar, falta mejorar la articulación entre la educación formal, no formal e informal. La coordinación entre estos subsistemas es escasa, dificultando así la construcción de pasarelas donde las personas puedan transitar, según su vocación y sus capacidades. Algunas dificultades al respecto son: la diversidad de mecanismos de evaluación de cualificaciones, la falta de reconocimiento por parte de la educación superior de las competencias desarrolladas en la educación media técnica y en la educación no formal, la ausencia de evaluaciones de aprendizajes en los programas de capacitación y la desconexión entre el sistema formativo formal y la certificación de competencias. De igual manera, se ha señalado la necesidad de modificar la actual estructura de títulos y grados de la educación superior debido a ciertas desventajas, como la inexistencia de postgrados profesionales para la FTP formal. En específico, el título de “profesional sin licenciatura”, como etapa ¬final de la formación técnica en Chile, obliga a las personas a ingresar al sistema universitario para optar a credenciales de mayor complejidad (postgrados), lo que constituye una barrera arbitraria para las trayectorias de las personas en el sistema formativo y en el mercado laboral. Finalmente, se requiere apoyar la permanencia y egreso de los estudiantes en los espacios formativos, con especial énfasis en la educación superior, donde la tasa de deserción es relevante Nudo crítico n°3: Incipiente vinculación entre el sector formativo y el mundo del trabajo. La comunicación y la cooperación entre el sector formativo y el mundo del trabajo en Chile ha sido, hasta la fecha, escasa. Ello, principalmente pues su desarrollo no se ha dado de manera conjunta ni coordinada. Por el contrario, formación y trabajo han marchado por carriles relativamente independientes en la historia nacional, generando en última instancia brechas en la pertinencia de la oferta formativa. En los sistemas educativos avanzados, la situación es distinta. Empresas, trabajadores, instituciones formativas y organismos del Estado participan de manera coordinada en el desarrollo de las cualificaciones. Ello, sin embargo, es posible solo a partir de un reconocimiento de las especificidades de cada actor y de un entendimiento compartido respecto del diseño, implementación, evaluación y actualización de los currículos. En el diseño del currículo, es relevante asegurar la participación del mundo del trabajo en la identificación de las cualificaciones, la actualización de contenidos y la definición de parámetros y estrategias de evaluación del aprendizaje. En la fase de implementación, es clave el vínculo entre instituciones formativas y sectores económicos para que los estudiantes aprendan en contextos cercanos al mundo del trabajo. Finalmente, en la evaluación y actualización de los currículos, la participación del mundo del trabajo es ineludible, sobre todo debido a los constantes cambios de la economía mundial. Sobre este último punto, corresponde enfatizar la importancia de la innovación, el emprendimiento y la transferencia tecnológica en la formación técnico profesional; todos asuntos constitutivos de la economía y del mercado laboral de hoy. Si se busca responder a las demandas de la llamada cuarta revolución industrial, será imprescindible que las instituciones formativas y los sectores económicos trabajen de manera mancomunada en el fortalecimiento de la FTP a través de la innovación, el emprendimiento y la transferencia tecnológica. En Chile, sin embargo, este vínculo se da prioritariamente en las universidades, dejando rezagadas a las instituciones técnico profesionales. Este vacío deberá ser hoy corregido. La Estrategia Nacional cuenta con tres ejes de trabajo que buscan resolver progresivamente todos los nudos críticos, entre ellos los nudos críticos n°1 y n°3 antes descritos. Lo anterior, con el fin de lograr la visión y misión de la Estrategia Nacional. Estos ejes de trabajo son: (1) Trayectoria de Estudiantes y Trabajadores; (2) Mundo del Trabajo, un Espacio de Aprendizaje, y (3) Fortalecimiento de las Capacidades del Sistema FTP. El siguiente proyecto se enmarca en líneas de acción específicas del primer, segundo y tercer eje estratégico. El eje n°1 pone foco, como su nombre lo indica, en las trayectorias educativas y laborales, concepto fundamental de la Estrategia Nacional de FTP. Las trayectorias son los recorridos que realizan las personas por los distintos niveles educativos y el mundo del trabajo. Por lo tanto, el propósito del eje es generar las condiciones necesarias en la FTP para facilitar que las personas construyan sus propias trayectorias en función de sus intereses y capacidades, afín de mejorar su calidad de vida y en coherencia con las necesidades de desarrollo del país. En concreto, el eje n°1 está compuesto de 5 líneas de acción. El siguiente proyecto se enmarca en la línea n°3, denominada “Rutas formativas y laborales para la educación formal, no formal e informal en base a las cualificaciones”. En específico, las rutas formativas y laborales son itinerarios posibles en un sector económico que presentan alternativas flexibles de movilidad, mediante el reconocimiento de aprendizajes previos para el desarrollo formativo y/o laboral de estudiantes y trabajadores. Por otro lado, el eje n°2 pone foco en la participación del mundo del trabajo en el sistema de FTP en Chile. La experiencia internacional ha demostrado, de manera contundente, que mientras mayor es el vínculo entre el sistema formativo Técnico Profesional y el sector del trabajo, mejores son los resultados en el mercado laboral, en la productividad del país y en las condiciones de vida de las personas. Por ello, el objetivo de este eje es robustecer y consolidar la participación de los sectores económicos y de los trabajadores en el sistema formativo. En concreto, el eje n°2 está compuesto de tres líneas de acción. El siguiente proyecto atañe a las primeras dos líneas de este eje. La línea n°1, denominada “Participación coordinada y activa de las organizaciones de los sectores económicos y de trabajadores en el sistema FTP y en su institucionalidad”, busca fomentar la participación organizada de los sectores económicos y trabajadores. Por ejemplo, Organismos Sectoriales de Competencias Laborales de ChileValora, Consejos de Competencias y agrupaciones afines. La línea n°2, denominada “Formación en alternancia para la FTP” busca generar las condiciones para que los jóvenes y adultos desarrollen parte relevante de su formación fuera del lugar de estudio principal, como en empresas, otras instituciones de educación TP, organizaciones de la sociedad civil u otros espacios. Finalmente, el tercer eje de trabajo de la Estrategia Nacional, denominado “Fortalecimiento de las Capacidades del Sistema FTP” y compuesto de 4 líneas de acción, pone foco en el carácter sistémico de la FTP. En este sentido, el eje busca mejorar la coordinación entre las instancias vinculadas con la calidad de la formación, pertinencia y despliegue territorial del sistema FTP. El siguiente proyecto involucra a la línea n°1, denominada “Articulación de las instancias de desarrollo de la FTP a nivel territorial”, y que busca facilitar la coordinación de actores claves y fortalecer las redes entre instituciones formativas, empresas, organismos públicos y otros actores claves dedicados al fortalecimiento de la FTP a nivel territorial y sectorial. |