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CHL/SDP/082/2022 Línea Base y Diagnóstico de la calidad ambiental y biodiversidad de la Bahía de Iquique
Procurement Process :RFP - Request for proposal
Office :UNDP Country Office - CHILE
Deadline :28-Jul-22
Posted on :07-Jul-22
Development Area :SERVICES  SERVICES
Reference Number :93183
Link to Atlas Project :
00104514 - Humboldt Fase 2
Documents :
CHL/SDP/082/2022 Anexos II - VII
CHL/SDP/082/2022 Anexo V
CHL/SDP/082/2022 Bases
CHL/SDP/082/2022 Minuta Reunión Informativa
Datos Bibliográficos
Formato DV PBA
Formato POAL
Productos Cartograficos
CHL/SDP/082/2022 Preguntas y Respuestas
Overview :

Antecedentes, Argumentación, Descripción del Proyecto

 

El Gran Ecosistema Marino de la Corriente de Humboldt (GEMCH) es uno de los ecosistemas más grandes y productivos del mundo, provee cerca del 15% de la producción total de pescados y mariscos y sostiene la mayor pesquería monoespecífica a nivel global (anchoveta). Además, posee una biodiversidad de alto valor para la conservación, sin embargo, el riesgo de deterioro de los atributos del GEMCH es alto. En ese contexto, Chile y Perú han aunado esfuerzos estableciendo una visión conjunta que permita contar con un Gran Ecosistema Marino saludable, productivo y resiliente, mediante una gestión con enfoque ecosistémico que garantice la conservación y el uso sostenible de sus bienes y servicios en beneficio de sus pueblos.

Durante el periodo 2011-2016, fue ejecutado el Proyecto Chile-Perú “Hacia un Manejo con Enfoque Ecosistémico del Gran Ecosistema Marino de la Corriente de Humboldt”, mediante el cual, los países realizaron un Análisis Diagnóstico Transzonal para identificar los problemas ambientales y antropogénicos que afectan la salud del GEMCH y elaboraron un Programa de Acción Estratégico con el objetivo de mitigar o al menos disminuir los problemas identificados, entre los que destaca: i) la explotación no óptima de los recursos pesqueros, ii) la alteración antrópica del hábitat marino y iii) la elevada pesca incidental o fauna acompañante y descartes.

Actualmente, Chile y Perú están implementando el proyecto “Catalizando la implementación de un Programa de Acción Estratégico para la gestión sostenible de los recursos marinos vivos compartidos en el Sistema de la Corriente de Humboldt”, conocido como “Proyecto Humboldt II”. La iniciativa es ejecutada por la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura de Chile (SUBPESCA) y el Viceministerio de Pesca y Acuicultura del Ministerio de la Producción de Perú (VMPA-PRODUCE) e implementada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) con cofinanciamiento del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF, por su sigla en inglés).

También participan en calidad de socios estratégicos los Ministerios de Ambiente de ambos países, los Ministerios de Relaciones Exteriores, los Institutos de investigación IFOP e IMARPE, el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura de Chile y el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado de Perú. A través del proyecto, el cual tiene un enfoque altamente participativo e inclusivo, se beneficiará directamente a unas 289 mil personas, se implementarán experiencias prácticas para generar aprendizajes que puedan potenciarse o replicarse y se sentarán las bases para implementar mecanismos binacionales para la gestión coordinada y sostenible del GEMCH bajo un enfoque ecosistémico.

Uno de los objetivos del Programa de Acción Estratégico consite en “Mejorar la calidad ambiental del ecosistema marino y costero mediante el manejo integrado considerando las diversas fuentes de contaminantes”.

Dentro de los productos esperados del Proyecto Humboldt II, se contempla la elaboración de un Plan de mejoramiento de objetivos de calidad ambiental para la bahía de Iquique, lo cual deriva de la identificación de uno de los problemas que afectan la salud del Gran Ecosistema de la Corriente de Humboldt. El problema identificado está relacionado con la alteración antrópica del hábitat marino, lo cual provoca impactos ambientales y socioeconómicos tales como, deterioro de la calidad del agua y sedimentos marinos; mortandad de organismos marinos; alteración de la biodiversidad y reducción de resiliencia de los ecosistemas; pérdida económica, empleo y disminución de la competitividad de la actividad productiva; disminución de la seguridad alimentaria de los alimentos de origen marino; entre otros.

La intensificación del uso de la zona costera y la plataforma continental, debido a la expansión urbana y el desarrollo de actividades productivas como la pesca, acuicultura, turismo, explotación de hidrocarburos y operaciones portuarias, son factores que exacerban el problema identificado, provocando un innegable deterioro del ambiente, generado en gran parte, por una cantidad considerable de contaminantes eliminados al medio. Asimismo, la competencia por el uso del espacio marino-costero, a su vez genera conflictos entre los diferentes actores y presión sobre los espacios naturales y la biodiversidad nativa.

Para efectuar investigaciones relativas al efecto que produce la contaminación sobre el cuerpo costero-marino receptor, se requiere información que permita conocer la condición natural de una serie de variables. Sin embargo, esta información es escasa y frecuentemente los investigadores se ven obligados a utilizar información proveniente de otras localidades o regiones geográficas. En la actualidad, la dinámica del océano presenta singularidades locales que muchas veces hacen que la información proveniente de otras regiones no sea aplicable a situaciones locales (Arias et al., 2001). Esto ha motivado la necesidad de conocer la variabilidad natural de los parámetros oceanográficos que se emplean habitualmente en la determinación de la calidad del cuerpo receptor, para establecer la condición o características que podrían tener los ambientes contaminados y, además, contribuir con la información de línea de base requerida para la ejecución de planes de vigilancia que prevengan que las condiciones ambientales no sobrepasen los límites aceptables (Arias et al., 2001).

El análisis de sedimentos y agua circundante ha sido comúnmente usado en la detección y evaluación de procesos contaminantes. Los metales son componentes naturales del agua de mar y muchos de ellos como el cobre, hierro, manganeso, níquel, selenio, vanadio y zinc participan en procesos esenciales de los organismos marinos. Son requeridos como micronutrientes en muchas enzimas y en sistemas de transporte de electrones en sistemas vivientes (Coale, 1991).

Una vez que la capacidad de asimilación es excedida, ya sea por un exceso del ión o por presencia inusual de altos contenidos de metales no esenciales como plata, cadmio, mercurio y plomo, pueden ocurrir numerosos y nocivos efectos en los organismos expuestos. (Buschmann y Fortt, 2005). La descarga de metales en ambientes marinos puede causar daños a los organismos, dada la alta toxicidad de muchas de estas descargas. Por otra parte, algunos de estos organismos, como los moluscos, pueden acumular grandes concentraciones de estas sustancias en sus tejidos, y al ser consumidos por otros organismos mayores se produce un traspaso de estos contaminantes a través de la trama trófica, el que deja de ser un efecto aislado y pasa a constituirse en un daño ambiental de mayor gravedad, al afectar al ecosistema marino conformado por las diversas especies de organismos y su entorno o hábitat. Esto a la vez puede constituir un riesgo para la salud humana, por el posible consumo de estos productos. Durante los últimos años, se ha demostrado que organismos marinos como peces e invertebrados filtradores son excelentes indicadores de los niveles de concentración de metales y han sido usados para determinar focos de contaminación en ambientes marinos.

El efecto de los desechos de la minería del cobre y hierro en la franja costera de algunas localidades del norte de Chile, que aloja gran parte de la biodiversidad marina y la mayoría de los organismos bentónicos de importancia económica, ha sido estudiado a distintos niveles de organización: en la columna de agua y sedimentos (Vásquez et al., 1999 ; Ahumada, 1998 ), en especies (Vásquez y Guerra,1996 ), poblaciones (Vásquez et al., 1999, 2000 ) y a nivel de comunidades bentónicas (Vásquez et al. 1999). Aun cuando la mayoría de los estudios se restringen a la evaluación de los niveles de concentración de metales pesados en sedimentos y organismos, existe alguna evidencia de los efectos de estos vertidos en la estructura y organización de poblaciones y comunidades marinas costeras (Buschmann y Fortt, 2005). El ingreso de aguas servidas como principales residuos provenientes de centros urbanos con descarga mediante emisarios submarinos a zonas costeras, es una de las mayores causas de eutroficación y decrecimiento del contenido de oxígeno en muchas áreas costeras carentes de una adecuada ventilación por medio de las corrientes marinas.

Los presentes Términos Técnicos de Referencias dan cuenta de los requerimientos específicos para el desarrollo de una consultoría relacionada con levantamiento de una línea base sobre la calidad ambiental y la biodiversidad de la bahía de Iquique, junto con un diagnóstico que permita conocer el estado actual de la bahía en relación a agentes contaminantes, identificar problemas y acciones de mejora en asuntos relacionados con la calidad ambiental del espacio marino-costero y proponer un programa de monitoreo de la calidad de agua, sedimentos y biota.

La presente consultoría constituye la etapa inicial, para avanzar en un Plan de mejoramiento de calidad ambiental para la bahía de Iquique ya que los productos generados en esta estapa, se utilizarán en una fase posterior (en 2023), para la elaboración de un Plan de Acción y una propuesta de hoja de ruta con pasos a seguir para avanzar en la mejora de la calidad ambiental de la bahía de Iquique y para generar insumos necesarios para elaborar la propuesta de regulación que permita mejorar o mantener la calidad de las aguas y sedimentos de la bahía de Iquique”.