| Overview : En abril 2020, Chile presentó la actualización de su Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC) a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), como resultado de un proceso participativo amplio y transversal (sociedad civil, comunidad científica, mundo público y privado), que fue apoyado por el NDC Support Programme. La estructura de la NDC considera un pilar social de transición justa y desarrollo sostenible y los componentes de: mitigación; adaptación; integración; y medios de implementación (desarrollo de capacidades, transferencia tecnológica y financiamiento). La incorporación del pilar social de transición justa y objetivos de desarrollo sostenible se materializa en criterios de formulación para la actualización e implementación de la NDC. Es así que las medidas contenidas en la NDC deberán considerar variables como sinergia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), transición justa, seguridad hídrica, soluciones basadas en la naturaleza (SbN), equidad e igualdad de género, costo-eficiencia, consideración de tipos de conocimientos y participación activa, resguardando los derechos de los más vulnerables. En materia de mitigación, se ha avanzado en línea con lo solicitado por la ciencia, esto queda reflejado en la incorporación de un indicador absoluto e incondicional, con una meta de emisiones de 95 MtCO2eq al 2030, comprometiendo, por un lado, un año específico para alcanzar el máximo de emisiones (año peak 2025), además de un presupuesto de emisiones de GEI que no superará las 1.100 MtCO2eq para el período 2020- 2030. Otro ámbito relevante es la incorporación de políticas públicas integradas entre clima y aire limpio, con el fin de mitigar los contaminantes climáticos de vida corta, específicamente el carbono negro (BC), el cual, si bien no es un Gas de Efecto Invernadero (GEI), contribuye al calentamiento global y a la contaminación local. En cuanto a adaptación al cambio climático, se estructura en dos partes: i) Políticas, estrategias y planes de cambio climático, y ii) Áreas de mayor urgencia en la acción climática en materia de adaptación, incluyendo metas en dos ámbitos de gestión: agua y saneamiento y riesgos de desastres. En la primera parte de políticas, estrategias y planes de cambio climático, se integra por ejemplo la definición del objetivo, alcance, metas y de los elementos que conformarán el componente de adaptación en la Estrategia Climática de Largo Plazo de Chile, así como el fortalecimiento de la coordinación de la acción climática en adaptación, a través del plan nacional de adaptación, y de planes de adaptación para 11 sectores priorizados, junto al sistema de evaluación y monitoreo, que permita evaluar el avance y cumplimiento de las metas establecidas. Específicamente en el ámbito de gestión de agua y saneamiento, se define que se aumentará la información y mecanismos de gestión del país respecto de los impactos del cambio climático en recursos hídricos, para aumentar su resiliencia (A7). En esta contribución, se incluye por ejemplo que al 2025 se habrá implementado un indicador, a nivel nacional y a escala de cuenca hidrográfica, que permita hacer seguimiento de la brecha y riesgo hídrico y avanzar en alcanzar la seguridad hídrica del país y, al 2030 se habrán elaborado planes estratégicos para las 101 cuencas del país. Asimismo, se menciona que al 2025 se habrá implementado un sistema de sellos de reconocimiento según el nivel de gestión del consumo de agua a nivel organizacional, a través del programa HuellaChile. Cabe mencionar que a nivel nacional existen múltiples actores públicos y privados con competencia en el recurso hídrico siendo el Ministerio de Obras Públicas quien a partir de octubre del 2019 coordina y lidera la Mesa Nacional del Agua, con el objeto de proponer un plan para hacer frente a la crisis hídrica. Asimismo, durante el 2019 se publicó un portafolio de medidas, acciones y soluciones MAS Seguridad Hídrica como parte del Proyecto “Escenarios Hídricos 2030. Transición Hídrica: El Futuro del Agua en Chile” (Fundación Chile, 2019). En este sentido, la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático (ASCC) ha estado avanzando en la implementación de la huella de agua ISO 14046 y de la huella hídrica WFN, a través de la implementación de un “Certificado Azul”, que plantea un enfoque de gestión corporativo del recurso hídrico mediante la entrega de sellos de reconocimiento por avance gradual, conectados con los Acuerdos de Producción Limpia (APL). Si bien, se están desarrollando las iniciativas que permiten avanzar en medir la Huella Hídrica y busca hacer un uso eficiente del agua, no se está abordando la disponibilidad de los recursos hídricos y cómo enfrentar los escenarios de escasez hídrica. En esta línea a través de la presente consultoría, se espera avanzar en el levantamiento de las bases para el diseño de una nueva línea de reconocimiento del Programa HuellaChile[1], basado en el ODS 6, para las organizaciones públicas y privadas de Chile, que implementen proyectos para aumentar la disponibilidad, acceso, conservación y saneamiento del agua en Chile (Adaptado del concepto ODS 6, proyectos “WASH” por sus siglas en inglés, "Availability and access to water, sanitation and hygiene"). [1] HuellaChile es una iniciativa que busca fomentar la cuantificación, reporte y gestión de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) corporativas del sector público y privado de Chile, a fin de promover la participación del sector privado en los compromisos de mitigación de Chile ante la CMNUCCC y se espera abrir el ámbito del programa a adaptación. |
